martes, 2 de abril de 2013

1. Uno que leyó de una sentada #30Libros

 Carrie, Stephen King

 

Empieza dificil la cosa, y es que yo no soy de  sentarme y devorar libros del tirón, si no más bien de poco a poco ir degustándolos. Lo he pensado mucho, y creo que este es el más apropiado. Uno de mis autores favoritos contando su primera historia en un librito de poco más de 200 páginas.

Una vez leí que Stephen King tenía una escritura tan poderosa que engancharía aunque contara algo tan sumamente cotidiano como tomar el desayuno. Aquí, y este es su primer libro, lo demuestra. Consigue absorberte en ese mundo de humillación, y finalmente, destrucción, que rodea a la protagonista, una adolescente marginada que descubre que tiene unos poderes paranormales el día en el que le llega su primera menstruación. Usa constantemente el recurso de contar la historia mediante recortes de periódicos y libros científicos, como si la historia hubiese sido real, lo cual hace que sea algo inquietante. Carrie está ahí. Hay Carries humilladas en todos los institutos y colegios del mundo. Deberíamos tener cuidado.

El reto de los 30 libros

Hola hamijos.
Blogueando descubro lo que se llama "El reto de los 30 libros". Consiste en recomendar diariamente y durante 30 días un libro en el blog, siguiendo unas pautas. Por motivos de disponibilidad de internet lo de dariamente no lo voy a cumplir, pero voy a intentar recomendar 30 libros cuando vaya pudiendo. Os dejo aqui el blog en el que lo he encontrado,y a continuación la lista de pautas para recomendar:
Reto de los 30 libros
1. Uno que leyó de una sentada.
2. Uno que se haya demorado mucho en leer.
3. Uno que sea un placer culposo.
4. Uno que le gusta a todos menos a usted.
5. Uno de viajes.
6. Uno de un nobel.
7. Uno muy divertido.
8. Uno para leer por fragmentos.
9. Uno con una excelente versión cinematográfica.
10. Uno con una pésima versión cinematográfica.
11. Uno que lo haya motivado a visitar algún lugar.
12. Una biografía.
13. El primer libro que leyó en su vida.
14. Uno que haya odiado hace años y hoy admira.
15. Uno que haya amado hace años y del que hoy reniega.
16. Uno ruso que sí haya leído.
17. Uno de este año.
18. El que más veces ha leído.
19. Uno que lo haya sorprendido por bueno.
20. Uno que lo haya sorprendido por malo.
21. Uno de cuentos (no valen antologías).
22. Uno de poemas (no valen antologías).
23. Uno que le gustaría volver a leer en su vejez.
24. Uno que no le prestaría a nadie.
25. Uno para aprender a perder.
26. Uno que asocie con la música que le gusta.
27. Un libro que le regalaron y no le gustó.
28. Uno que lo haya asustado.
29. Uno que se haya robado.
30. Uno que pueda salvar vidas.

martes, 22 de enero de 2013

Oye, ¿has escuchado Torres?

Hace unos días, descubrí una página maravillosa llamada Israbox. Es maravillosa porque no dejas de descubrir música nueva gracias a ella. Desde que la descubrí me propuse escuchar un nuevo disco por día, el que más me llamara la atención de las novedades de Israbox. Ha habido malas experiencias, pero también muy buenas con este método. Ahora os hablaré de la mejor hasta hoy. Torres. Me ha costado muchísimo encontrar algo de esta chica más allá de lo que ponía en Israbox. No sale en Wikipedia, ni en las principales páginas de Google. Tras investigar un poco, no me ha parecido raro. Esta chica se ha estrenado en el mundo musical con este disco y hace una semana.

Este disco, Torres, nos presenta una chica delicada. Con una voz delicada, pero potente. Recuerda a Patty Smith, con más melodismo. Más  indie-folk. Más Bob Dylan.

Las 10 canciones de este disco te meten en un mundo genial, maravillosamente suave y triste. Casi una hora (51 minutos) de buena música. Si hay que destacar algunas canciones en estas dos escuchas que le he dado,  "November Baby" y "Waterfall" se quedarían con mi premio. La primera por, simplemente, genial. La segunda por cerrar un disco de una manera tan brillante. Os animo a que la escucheis, si no os gusta os devuelvo el tiempo perdido.

Torres-Torres (2013)

Habrá que seguir de cerca a esta chica...

domingo, 24 de junio de 2012

Opio en las nubes o el libro blanco de los bohemios

Yo pensaba que nunca leería un libro tan sumamente triste como mi preferido, Museo de Soledad, de Carlos Castán. Hace un tiempo, paseando por Huesca con aquella que ya no, me topé en la plaza del Mercado con un mercado medieval. Allí estaba mi editorial favorita, Tropo Editores. Tropo Editores es la empresa de un hombre que ama la lectura hasta tal punto que siempre que compras un libro, te regala otro, o incluso dos. Me acerqué a su puesto y le pregunté qué libro me recomendaba esta vez. Él me sonrió y me dijo: "Abre este libro por la página 90, si te gusta, te lo llevas."

"No sé cómo empezar. Te conocí en el Opium Streap Tease y me dijiste que te llamabas Harlem y también me dijiste que te gustaba el whisky, las mañanas de sol y otras tantas cosas de las que ya no me acuerdo. Yo te dije que me llamaba Gary, Gary Gilmour y que acababa de morir en la silla eléctrica y no me creíste. Pensaste que estaba loco, que tal vez había bebido demasiado y te fuiste a la pista a sacarte tus ropas, a regar un poco de sudor aquí y allá mientras tocaban Boys Don´t Cry y yo pedí una cerveza y te vi allí desde la barra y me pareció que olías un poco a boys don´t cry, un poco de mañana de miércoles y no parabas de mover tus muslos, tus ojos, tal vez mirabas hacia arriba, hacia esas luces amarillas y rojas que daban vuelta encima de tu cabeza, de tus sueños de manzanas podridas y cuando se acabó Boys Don´t Cry volviste hacia mi y nos pusimos a hablar, hablamos de todo, creo que hablé de tus cigarrillos y te pedí que me dejaras pasar la noche contigo pero tú me dijiste que qué va, que no era posible y me dieron ganas de escribir tu nombre en el cielo, cerca de las nubes, ganas de escribir tu nombre con whisky, con vodka, con cerveza, con pequeños gritos, con sudores, con orines."


Me quedé perdidamente enamorado, llámame romántico. Lo compré junto con "La noche en que Bunbury fue Elvis y Amaral le hizo los coros" llegué a casa, los dejé en la estantería y me olvidé. Un polvo de una noche, podría decirse.
La semana pasada, ordenando la estantería, lo vi. Ya no recordaba ese flechazo, y como lectura de entrelibros, lo empecé. Y me volví a enamorar.
Voy a transcribir todo un capítulo, porque creo que merece la pena el esfuerzo y creo que os convenceré para que os enamoréis conmigo.

LLUVIA TRIP TRIP TRIP

Desde que el viejo Job se murió a veces Lerner, el gato tímido, me acompaña en las noches a recorrer los techos de la ciudad. Hoy recorrimos un techo muy particular: el techo de la casa de Altagracia. Altagracia es una mujer solitaria y vive cerca del apartamento de Amarilla. Creo que nunca se ha casado. Varias noches la hemos estado observando. Es bien rara esta Altagracia. Se toma un café negro sin azucar, escucha You Shook Me All Night Long una y otra vez you shook me all night long, se fuma un cigarrillo, agarra el teléfono trip trip trip, marca un número, tira el teléfono con rabia, le escupe a las matas y yo le digo al tímido Lerner, que se caga de frío a mi lado, mierda Lerner, qué cosa tan seria de vieja y Lerner me contesta si tú lo dices viejo Pink Tomate es porque es así. 

Ocho de la noche p.m. Noche. La noche está fría. Clara. Huele a labial, a mujer rodeada de oscuridad. La noche.

Altagracia. Su camisa roja. Claro. El cielo negro. Altagracia abre las cortinas de su apartamento. En  el interior se ve una mesa con un florero. Parece que tiene invitados porque dispone todo al parecer para una comida. Mentira. Es solo un invitado porque pone los cubiertos para una persona. Lerner está que se duerme, que cosa tan seria y allá dentro Altagracia barre el apartamento con una escoba y baila You Shook Me All Night Long de aquí para allá, mierda y Lerner está que cierra los ojos y entonces le araño y le digo que se ponga mosca y Lerner me responde que está bien, que me calme. Altagracia  debe tener unos cuarenta años. Tetas más o menos. De todos modos creo que con un par de vinos la cosa mejoraría notablemente. Altagracia es de esas mujeres que hay que sumergir en el olor del alcohol, de esas mujeres que sueltan palabras llenas de sudor y desesperación, palabras en todo caso que hacen eco dentro de la confusa botella ebria de los días. Pasa una hora, tal vez una hora y media.
Allá abajo la ciudad está que bulle. Es viernes y por eso los habitantes van de un lado para otro buscando un vaso de vodka con hielo, una silla, un cigarrillo, unos labios rojos y carnosos que hablen y dejen escapar esas palabras rasgaditas, esas palabritas nocturnas que salen oliendo a whisky, a lengua seca, a humo azul, a semáforo en rojo y amarillo tú me sacudes toda la noche trip trip trip.
Ahora Altagracia pone dos platos blanquitos y limpiecitos con unas frutas. Después va a la cocina y regresa con una botella de vino. Mierda, que romanticismo. Tan idiota. Sólo faltaban las velitas para que se digan idioteces bajo la luz tenue, cosas como oye nene ven para acá me hablas cerca del corazón. Mierda, es cierto. Altagracia instala un candelabro con dos velitas. A lo mejor el hombre que venga sea sensato o vaya directo al grano y le chupe las tetas sin tanto preámbulo.Le comento a Lerner mi pensamiento y me contesta que si ú lo dices es porque es así Pink Tomate. Mierda, qué cosa tan seria con Lerner. Siempre me da la razón. A veces pienso que es perro y no gato trip trip trip. Ahora si, comienza la acción. Ding-dong. Suena el timbre. Un hombre llega. Un beso en la boca. Ding-Dong. Dientes. Lengua. Ocho de la tarde. Ding-dong. Una erección. Una teta, una nalga, una noche, una botella una desesperación. Ding-dong. La lengua. Las babas. Las manos. El olor a whisky y a sangre. El hombre le mete toda la lengua a Altagracia y con una mano le acaricia las nalgas más o menos de ella. Altagracia le hace seguir, cierra la puerta y se abre un botón de la camisa. El hombre se sienta en el sofá y enciende un cigarrillo y le dice que ella es como un diamante loco en la mitad de la noche y entonces Altagracia le responde tranquilo muñeco no es para tanto. Mierda, que cosa tan tenaz de frase, trip trip trip. Comen despacio, sin afán. El hombre le mira a los ojos. Altagracia mira su plato y a veces levanta la mirada El hombre le levanta la falda por debajo de la mesa con su zapato y entonces le digo a Lerner, oye, gato güevón, pon atención y Lerner me responde claro Pink, voy a poner atención. El diamante loco. Las piernas. El sudor. Las babas. Un beso. Mi amor. Mi muñeca. Mi diamante loco. El zapato penetra la zona oscura de Altagracia trip trip trip, qué diamante tan loco tienes allí dentro Altagracia y qué vaina para la mierda puta comida, qué cosa tan seria. El hombre se para, se abre la camisa, lanza para la mierda los platos y el candelabro, agarra a Altagracia, le abre la camisa, le coge las tetas, la pone encima de la mesa con violencia y le coge las nalgas, eso es, así se procede, le chupa las tetas y Altagracia le dice así muñeco, así muñeco y el tipo se ahoga en los sudores reprimidos de aquella mujer llena de diamantes locos por todo el cuerpo así muñeco, asi trip trip trip. Mi diamante loco. Las babas. Las piernas. El sudor. La muñeca. El muñeco. La noche.
Ahora se hallan sobre la mesa, sobre el mantel. Altagracia se incorpora. El hombre enciende un cigarrillo y mira hacia el techo. Expulsa el humo lentamente sin afán y tal vez sueña con esas nalgas llenas de diamantes rojos y locos tomates. Mierda, que cosa tan seria trip trip trip. Ojo. Altagracia se acerca por detrás. En su mano tiene una pistola. Muñeco así es como se hacen las cosas, dice. Pum. Pum. Scratch. Zas. Ugh. Dos disparos cerca del corazón. Puta mierda, trip trip trip. El hombre muere con una sonrisa en los labios. Le dije a Lerner que ese hombre tal vez murió pensando algo así como muñeca qué diamantes tan asesinos tienes en mitad del cuerpo y entonces Lerner me responde puta mierda Pink, qué sabio eres y yo le digo que es a causa de los tomates, el whisky, la soledad, la desolación, y todos esos techos jodidos por la lluvia trip trip trip. Altagracia mueve al hombre y lo lleva al sofá. Después lo viste y le limpia la sangre. Cuando ya parece estar listo, quita el mantel de la mesa y mierda, aparece debajo un féretro negro que brilla bajo la luz pestilente de los bombillos. Altagracia abre el féretro y mete allí al hombre y vuelve y pone el mantel, las velitas maricas y los platos y luego coge y marca un número telefónico y dice aquí te espero muñeco, no tardes mucho. Cuelga y entonces le digo a Lerner qué cosa tan rara de mujer y Lerner me respone que si yo lo digo es porque es así. Seguimos nuestro camino y nos vamos a otro techo. Diez de la noce. Viernes.
Lluvia trip lluvia trip lluvia trip trip trip. El diamante loco de la noche. La noche. El sudor. Trip trip trip. La muerte. La lluvia.

jueves, 10 de mayo de 2012

¿Y ahora qué? (Crónica de una muerte anunciada o de cómo una serie te trastoca el corazón))

Es como en ese cuento de García Márquez. Crónica de una muerte anunciada. Tú lo sabes. E, incluso él mismo, lo sabe. Lo sabe cuando, rastrillando el jardín, se para y mira al cielo.
Termina "Los Soprano" y lo único que puedes hacer en contra, es quedarte tumbado en tu sillón azul, viendo los silenciosos títulos de crédito, recordando lo aportado. Recordando cada sentimiento, cada lágrima soltada. Recuerdas todas las escenas que has grabado en tu memoria hasta este día, y recuerdas a Tony levantando la mirada hacia la puerta, como ha ocurrido 5 segundos antes de todo ese negro silencio.

Y lo único que se te viene a la mente es: ¿Y ahora qué? La pregunta no viene referida a lo que pasa después de la última escena, si no que es esa pregunta que realizas cuando algo importante termina. Como cuando, por una cosa o por otra, una relación debe terminar, y piensas ¿y ahora qué hago? O cuando se va alguien importante. ¿Y ahora qué? Son 7 años, o 5 meses, en los que, semana tras semana, o día tras día, te has tumbado en tu sofá azul y has visto cómo se desarrollaban los acontecimientos. Has visto morir a personajes reales, cómica o tristemente. Has visto separaciones y reconciliaciones. Los has visto llorar, reírse y sufrir. Los has visto vivir. Y de pronto... ¿y ahora qué?

Tópicamente, nos queda el recuerdo. Pero, ¿el recuerdo de qué? ¿De una serie sobre mafiosos? No es solo eso. "Los Soprano" habla de la familia, de los amigos, de la muerte... de la vida.

Tony muere tras esos cinco segundos en negro. O tal vez no. Todo depende de la serie que hayas visto. Para mi no muere. Para mi, Tony sigue siendo ese padre que no sabe a dónde va.
Larga vida al rey de New Jersey.

lunes, 16 de abril de 2012

Loco por incordiar

Si echamos una mirada a un pasado (bastante) lejano ya, nos podemos encontrar de bruces con una España completamente revolucionada en el ámbito musical. Los años de la movida nos situaban a Loquillo, Alaska, Los Ronaldos, La Polla Recors... un lujo vivir aquella época. Yo no la viví. Gracias.

Te tengo tantas cosas que decir
y tú como si no fuera contigo
la historia se repite y aún así
prometo estarte agradecido
prometo estarte agradecido.

Hace ya 27 años que el cantante de un grupo que había plantado una de las primeras semillas en el rock español sacaba su primer disco. Rosendo Mercado daba por terminado su proyecto del grupo Leño y sacaba "Loco por incordiar", un disco que continúa la senda que Leño dejó, pero plantando las bases de lo que sería una discografía de Rosendo excesivamente muy larga. 

Dejando de lado datos que ni van ni vienen, que aburren y no dicen nada, como que ninguna discográfica quería sacar un disco de Rosendo con su nombre, y la historia que siempre se cuenta sobre la creación de Leño al hablar de Rosendo, y centrándonos en el propio disco, podemos decir que se compone de 9 canciones, de las cuales un humilde servidor no sería capaz de quitar ninguna. Aunque parece un poco homogéneo (como toda la discografía de Rosendo), ese rock sucio de guitarras siendo aporreadas, de voz rota... me pone los pelos de punta.

Agradecido. ¿Qué es lo que no se ha dicho ya de esta canción? Un clásico del rock patrio. Prometo estarte agradecido.
Corazón.  Nunca me había fijado en esta canción hasta que no me puse seriamente a escuchar el disco, y, ahora, se ha convertido en una de mis favoritas. La letra, renegando de uno mismo y a la vez, vendiéndose a un corazón. Una canción de amor plena, por raro que parezca en Rosendo. A su estilo, claro que sí.
Ya hueles, corazón
búscate a otro ahora porque yo
no viviré para ti
ya no viviré para ti
que no viviré para ti. 
...y dale! Otro gran clásico. Junto con "Agradecido" y "Pan de higo", la canción que más representa la música de Rosendo. Esas rimas fáciles que esconden tanto...
 No hay porqué sacar del tiesto los pies para montar el sombrajo
No hay tiempo de contar hasta diez cuando se viene de paso

Pan de higo, cómo saltarla.  La canción que me enganchó a Rosendo, le tengo un cariño especial. Ya sabéis:
Voy a ser un poco impertinente 
y a caer un poco mal
sin faltar 
Y pasando por una enorme "Crucifixión", llegamos al fin de la noche, y con una preciosidad instrumental, Rosendo nos da las "Buenas Noches", para que durmamos, siempre que podamos, a gusto.

jueves, 12 de abril de 2012

Muerte y vida de Bobby Z


Resulta que hay veces (muy pocas) que la gente (y no todo el mundo) acierta al recomendarme libros o autores. Y resulta, que un día vino una buena amiga y me dijo no se qué de un tan Don Winslow, que seguro que me gustaría, que es de ese "rollo" que me gusta a mí. Y entonces voy y un día veo que en la biblioteca hay un par de libros suyos disponibles y yo, que siempre voy a lo grande, me cojo los dos. Se llamaban "Muerte y vida de Bobby Z" y "El invierno de Frankie Machine". Esto fue hace dos días.

Muerte y vida de Bobby Z

Y el martes me sumergí en la vida de Tim Kearny, que, por qué no decirlo, debe ser uno de los antihéroes más típicos de la literatura: ex-marine, ladrón de poca monta, fracasado, con mala suerte... una gloria de hombre, vamos.

Resulta que este chico (que de hombre tiene poco), se parece a un señor de la droga llamado Bobby Z. Y hasta aquí puedo leer, porque seguramente no te habrás leído el libro, y destripártelo (como hace la contraportada del libro) es una putada bastante gorda.

Por lo que he leído por ahí, este libro fue escrito en los viajes en metro del autor, allá por 1997, y por esas fechas, el autor se dedicaba a ser investigador privado. Curiosamente, la trama le vendría grande a cualquier investigador privado de poca monta y es que, desde la primera página, te ves sumergido en una novela de finales del siglo XX que bien podría estar situada en los años 40, con el Padrino establecido en New York, con una mujer propia de cualquier novela negra que se ha convertido en un clásico, con un protagonista del que tan pronto te descojonas como te compadeces…

Su gran punto fuerte son los personajes. Están perfectamente caracterizados y trazados. En particular, el mítico One Way, un colgado que se llama así porque se metió un viaje de LSD del que no volvió. Los malvados de la novela son auténticamente malvados, mafiosos duros sin ningún escrúpulo cuyo único fin es joder al pobre Tim, que le vienen ostias por todas partes.

En definitiva, no es una novela de diez, porque aunque es brillante, no cala en ti. Puede ser un desengrasante de lectura, es decir, esas novelitas cortas (283 páginas) que lees entre tocho y tocho y que te ayudan a desconectar. Para eso sí que tiene el 10. Y para entretenerte, hazme caso, también.

Ah, por cierto, al parecer hubo una adaptación al cine de este libro, pero por lo que he leído en Filmaffinity, no merece la pena ni mirar su portada.

Ahora empezaré “El invierno de Frankie Machine” del cual tengo muy altas expectativas, porque, sólo con estar a la altura de este magnífico Bobby Z, merecerá la pena. Ya os contaré.